La influencia de la tecnología blockchain y las criptomonedas en las finanzas globales.

Natalia Fernández Márquez.

La tecnología blockchain es un sistema descentralizado y distribuido que permite la creación de registros inmutables y transparentes de transacciones. Funciona como un libro de contabilidad digital que registra de manera segura todas las transacciones realizadas, agrupándolas en bloques enlazados de forma cronológica. Cada bloque contiene un conjunto de transacciones y, una vez verificado, se une al bloque anterior, creando una cadena continua de bloques, conocida como "blockchain". La característica fundamental de la blockchain es su estructura descentralizada: en lugar de estar almacenada en un único lugar centralizado, la información se distribuye entre múltiples nodos (procesadores) en una red. Cada nodo tiene una copia completa de la cadena de bloques, lo que garantiza transparencia, seguridad y resistencia a la manipulación o alteración de los datos. Además, la información almacenada en la blockchain es casi imposible de modificar, debido a su naturaleza inmutable.

Las criptomonedas, por su parte, son una aplicación destacada de la tecnología blockchain. Son activos digitales que utilizan la criptografía para asegurar y validar las transacciones, así como para controlar la creación de nuevas unidades. Bitcoin fue la primera criptomoneda creada en 2009, y desde entonces han surgido muchas otras, como Ethereum, Ripple y Litecoin. Funcionan como medios de intercambio digital que operan independientemente de los sistemas financieros tradicionales y los gobiernos. Facilitan transacciones de persona a persona sin la necesidad de intermediarios como bancos o entidades financieras, lo que puede reducir costos y tiempos de procesamiento.

Sin embargo, su volatilidad y la falta de regulación en algunos casos han generado debates y preocupaciones sobre su adopción.

La tecnología blockchain y las criptomonedas han impactado en las finanzas globales en varios aspectos. En primer lugar, han dado lugar a nuevos modelos financieros como la financiación descentralizada (DeFi), que permite recaudar fondos y acceder a servicios financieros de manera diferente a los métodos tradicionales. Por otro lado, han transformado la  infraestructura financiera, impulsando la exploración de sistemas financieros más eficientes, como los sistemas de liquidación y compensación, así como la tokenización de activos, que podría simplificar y agilizar la gestión de activos financieros.

A pesar de sus beneficios potenciales, las criptomonedas y la tecnología blockchain enfrentan desafíos, incluyendo la adopción masiva, la interoperabilidad, la escalabilidad y la regulación global coherente.